Lenta pero inexorablemente nos vamos situando en un nuevo momento histórico que, gracias a
las vacunaciones masivas, va dejando atrás la crisis sanitaria provocada por la pandemia, y se
vislumbra, a partir de los datos de empleo de mayo de 2021, el inicio de una cierta recuperación
económica. El paro registrado tiene la mayor reducción mensual de su serie histórica, y el número
de afiliados a la Seguridad Social superó los 19 millones de personas.
Prorrogados los ERTEs por el RDL 11/2021 (comentado en este blog, enlace) este mecanismo de amortiguación social permite aventurar una recuperación de los sectores más castigados por la crisis durante el verano. ¿Todo vuelve pues a la normalidad? Para los juristas del trabajo, ¿entrar en esta nueva fase significa el retorno al marco regulador previo a la legislación excepcional de urgencia que se ha ido generando durante el estado de alarma?