28 DE ABRIL: DÍA INTERNACIONAL DE LA SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO
Informe FOMENTAR EL DIÁLOGO SOCIAL PARA UNA CULTURA DE SEGURIDAD Y
SALUD.
Las respuestas a la pandemia de COVID-19 han demostrado la importancia de una
colaboración eficaz entre los interlocutores sociales para prevenir los accidentes y las
enfermedades profesionales, según un nuevo informe de la OIT con motivo del Día Mundial de
la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
Comunicado de prensa | 28 de abril de 2022
GINEBRA (OIT Noticias) – La pandemia de COVID-19 ha demostrado que una colaboración
efectiva entre empleadores, trabajadores y gobiernos es la mejor manera de implementar las
medidas de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) que pueden salvar vidas, tanto en esta crisis
como en las próximas, dice un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT).
Aprender de lo que se logró durante la pandemia podría ayudar a prevenir millones de
muertes por accidentes y enfermedades laborales, dice el informe de la OIT, que muestra
cómo el diálogo social ha contribuido a implementar rápida y eficazmente las medidas más
adecuadas durante la crisis de COVID-19.
Durante la pandemia, los gobiernos que priorizaron la participación activa de las
organizaciones de empleadores y de trabajadores en la gobernanza de la SST fueron capaces
de desarrollar y aplicar leyes, políticas e intervenciones de emergencia, dice el informe
Fomentar el diálogo social para una cultura de seguridad y salud.
La colaboración entre los actores del mundo del trabajo ha sido esencial para garantizar que
las medidas puestas en marcha fueran aceptables y contaran con el apoyo de los empleadores
y los trabajadores, y por lo tanto tuvieran más probabilidades de aplicarse.
En muchos países, ha dado lugar a la adopción de requisitos legales que abarcan diferentes
áreas, desde medidas para prevenir y tratar los casos de COVID-19 en el lugar de trabajo hasta
acuerdos de teletrabajo.
En Austria, por ejemplo, los interlocutores sociales negociaron un acuerdo sobre la realización
sistemática de tests en el lugar de trabajo para determinados sectores que presentaban un
mayor riesgo de transmisión viral, como el sector minorista. En Singapur, los cambios en las
normas de vacunación se produjeron tras consultas y debates con los interlocutores
tripartitos. En Sudáfrica, se celebraron debates tripartitos para modificar las medidas dirigidas
a la propagación de la COVID-19 en los lugares de trabajo.
El diálogo tripartito -entre gobiernos, empresarios y trabajadores- a nivel nacional ha ido
seguido a veces de nuevas consultas a nivel regional o sectorial, para poder adaptarlas al
contexto específico.
En Finlandia, por ejemplo, los sindicatos y las organizaciones patronales colaboraron
estrechamente con el gobierno para desarrollar medidas para los sectores del turismo y la
restauración. En Italia, los interlocutores sociales del sector bancario crearon normas
detalladas sobre el teletrabajo, en las que se recogía el derecho a la intimidad y el derecho a la
desconexión.
Los organismos nacionales tripartitos de SST también han desempeñado un papel importante
en la lucha contra la pandemia. Suelen estar compuestos por representantes del gobierno
(Ministerio de Trabajo y otros ministerios e instituciones pertinentes), así como por
organizaciones representativas de empresarios y trabajadores. En muchos países, los órganos
tripartitos también cuentan con la participación -de forma permanente o ad hoc- de
representantes de instituciones adicionales, por ejemplo, asociaciones de SST e instituciones
académicas.