Acuerdo social en materia de pensiones: una tendencia a la prolongación de la vida laboral y al atraso de la jubilación
Importancia e impacto en el tiempo del acuerdo
El acuerdo social alcanzado entre el Gobierno y las organizaciones sindicales y empresariales
constituye una primera fase decisiva en orden a la reordenación del Sistema público de
pensiones, que puede tener un amplio alcance, por cuanto que permite dar estabilidad al
vigente modelo de pensiones, con unas reformas estructurales que pueden otorgar estabilidad
y sostenibilidad en el tiempo al pilar de pensiones de nuestro Estado de bienestar.
Una vez más, es el resultado de un laborioso pero fructífero diálogo social, donde se ha
logrado un equilibrio complejo que ha facilitado un pacto de concertación social. Viene
precedido por el previo logro de un amplísimo consenso parlamentario en el marco de la
aprobación de las recomendaciones formuladas en el seno de la Comisión del Congreso del
Pacto de Toledo. Tanto los partidos políticos que apoyan al actual Gobierno como los grupos
parlamentarios de la oposición votaron favorablemente en noviembre del año pasado estas
recomendaciones, siendo el reciente acuerdo social un desarrollo de algunas de estas
recomendaciones. Al mismo tiempo, los mensajes que llegan desde Bruselas apuntan a que el
contenido de lo acordado ha sido igualmente tratado con las instituciones europeas y las
mismas ha dado su visto bueno, especialmente por el impacto que ello puede tener en las
cuentas públicas.
Todo ello puede aventurar que esta reforma en ciernes puede ser especialmente influyente,
tanto por la profundidad que tiene, por su carácter estructural, como por la perspectiva
razonable de consolidación en el tiempo.