Fundación Electra

Día Internacional de la Mujer – 8 de marzo de 2024
Género y discriminación digital.

Escribe Juan Raso Delgue, en su Blog el 08.03.2024
“Hoy no es un día para festejar, sino para meditar y señalar las barreras que aún
separan al varón de la mujer. Es, en tal línea, una oportunidad para referirse a tres
aspectos propios de la asimetría digital, que por supuesto no agotan el tema.

1. El acceso pleno a la dimensión digital
Acceder plenamente a la dimensión digital significa crecer como personas, desarrollar ideas,
estimular nuestras propias creaciones materiales y sensibles. Sin embargo, corresponde señalar que – ya
avanzado el siglo XXI –el acceso de hombres y mujeres a las tecnologías es aún dispar.
El motivo de esta brecha radica básicamente en las diferencias de ingreso a la educación
superior. Las investigaciones que hemos llevado a cabo en el proyecto de “Violencia basada en Género y
Generaciones” liderado por Teresa Herrera y Marta Leites en la Universidad Claeh, demuestran que en
las franjas de pobreza de nuestra sociedad se complejizan y profundizan las inequidades sociales con

relación a la mujer, entre ellas la vinculada a la educación, Comprobamos que si bien en las capas
medias y altas de la sociedad la mujer logra consolidar su formación inclusiva y acceder a la educación
terciaria y a empleos de calidad, aún con mayor éxito que los varones en diversas áreas, en los contexto
de pobreza la adolescencia significa casi siempre una maternidad indeseada, que alejan a la mujer de su
proceso formativo, quedando así relegadas a tareas del hogar que tradicionalmente han sido confiadas a
las mujeres.

Para las mujeres que ven interrumpido su proceso formativo no es posible acceder a
conocimientos digitales suficientes para acceder a empleos de calidad. Para ellas, la barrera tecnológica
constituye un nuevo impedimento para sortear el
círculo inexorable de pobreza/falta de formación adecuada/empleos precarios. Como expresa la
magistrada argentina Susana E. Medina, “las mujeres enfrentamos barreras que nos impiden
beneficiarnos plenamente de internet, de las nuevas tecnologías, que van desde la falta de habilidades
digitales, de brechas educativas, de accesibilidad empeoradas por los ingresos desiguales que muchas
veces tenemos”.

2. La construcción de perfiles discriminatorios
La segunda brecha refiere a la construcción en Internet, en las redes, en las empresas de e-
commerce, en los llamados laborales, etc., de perfiles elaborados sobre la preminencia de la figura del
varón.

En efectos, la Inteligencia Artificial, recogiendo datos y pautas de una cultura que ha
empoderado el hombre frente a la mujer, puede actuar en forma arbitraria y discriminatoria,
introduciendo o eliminando datos en la composición del algoritmo, que alteren la igualdad entre los
trabajadores. Ello importa en la cuestión de la discriminación, porque es posible ocultar en la fórmula
algorítmica criterios que impliquen diferenciaciones en función del género, como la edad de
maternidad, la diferenciación de salarios, la elaboración de perfiles que privilegien aspectos específicos
de la condición de mujer y posterguen otros, etc. Asimismo, pueden los algoritmos encasillar la mujer en
categorías específicas (lo que en una época era común llamar “trabajos femeninos”) y limitarla en las
demás opciones laborales.

Como ha expresado nuestra colega, la profesora española Macarena Sierra Benitez, es
necesario “acabar con la brecha de género (o al menos disminuirla), no sólo en el empleo sino también
en la educación y en la formación. Para ello es imprescindible dar respuesta a las necesidades
empresariales en competencias digitales de calidad, y llevar a cabo una seria reforma de la educación y
la formación para proporcionar la mejor adaptación posible a la nueva sociedad digital”.
3. La violencia digital

SEGUIR LEYENDO


PUEDE INTERESAR TAMBIÉN

8 de marzo de 2023
TRAZOS DE LA IGUALDAD

NEWSLETTER

Subscripción a novedades, eventos y noticias de nuestra Fundación 

REDES SOCIALES

Seguínos en :