“El tiempo dedicado a aplicaciones y redes sociales casi nunca es tiempo de ocio”, afirmó especialista en psicología del trabajo. Por Pablo Piñeyro, en La Diaria/Futuro del trabajo. 18.09.2024
“Elogio y rechazo del trabajo en las sociedades neoliberales” se denominó actividad organizada
por la Facultad de Psicología en el marco de las tres décadas del Programa de Psicología de las
Organizaciones y el Trabajo.
En el marco de los 30 años de la Psicología de las Organizaciones y el Trabajo (POT), en la Universidad de la República (Udelar) se presentó la actividad “Elogio y rechazo del trabajo en las sociedades
neoliberales”, a cargo del docente y psicólogo Pablo Piquinela y de Daniel Alvaro, doctor en Ciencias
Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina.
La actividad tuvo como coordinador a Piquinela y como único expositor a Alvaro, para luego cerrar con
un espacio de preguntas y aportes de estudiantes y docentes de la Facultad de Psicología de la Udelar. El encuentro fue parte de un ciclo de actividades y eventos académicos para analizar el presente de estas temáticas y sus proyecciones.
La organización estuvo a cargo del Programa de POT, perteneciente al Instituto de Psicología Social de la Facultad de Psicología.
Piquinela, en diálogo con la diaria, explicó el origen del tema y qué ejes se marcaron a la hora de
determinar su contenido. “El tema surge en el marco de un ciclo de conversaciones celebratorias del
programa de las organizaciones y el trabajo del Instituto de Psicología Social de la Facultad de Psicología, e invitamos a Daniel Alvaro. Nuestro objetivo fue introducir críticas al trabajo en Uruguay, pero situados en el marco del neoliberalismo, dentro del programa de la celebración o del escenario de lo investigable.
Traer estas discusiones y que circulen dentro del programa”.
“La sociedad neoliberal se articula a través de un principio productivista”
Alvaro, que también dialogó con la diaria acerca de los principales ejes de su exposición, dijo que
“partiendo del diagnóstico de que la sociedad neoliberal se articula a través de un principio
productivista y de que, por lo tanto, el trabajo está en el centro de las exigencias sociales y también de
los deseos individuales, intentamos problematizar el concepto de trabajo, que es un concepto muy
antiguo y que en las últimas décadas empezó a ser cuestionado justamente como un vector liberador”.
En ese sentido, agregó a su argumentación que “en una sociedad articulada a partir de la productividad
entendemos que el trabajo debe ser problematizado, en este sentido de ver qué posibilidades hay de
reorientar el trabajo o de plantear lógicas alternativas al trabajo y la productividad con un modo de
enfrentarse, resistir o, por lo menos, no reproducir el modo de producción en el que se vive”.
Otro de los puntos centrales de la exposición, y que ambos profesionales resaltaron, fue “cómo no ser
productivo en tiempos de alta productividad”. Al respecto, Piquinela manifestó que “como docente de
facultades de Psicología y como psicólogo también planteo cómo, al mismo tiempo, las fronteras entre
trabajo y ocio se vuelven borrosas a partir de la extensión de la lógica del trabajo a la existencia”.
En ese sentido, sostuvo que “surgen una serie de intervenciones, saberes y técnicas, algunas que se
presentan por fuera del campo disciplinar de la psicología, pero otras lo hacen por dentro”. “Son
técnicas que están orientadas a trabajar o a brindar herramientas para que las personas trabajen sobre
sí mismas, y son herramientas que son presentadas como una respuesta a las crisis que las personas
pueden atravesar por diversos motivos, pero dadas las condiciones de su empleo, de alguna manera,
invitan a las personas a trabajar sobre sí mismas para volverse más productivas, para adecuarse a las
exigencias del mercado, para volverse flexibles y para ser exitosas y felices”, explicó.
Por su parte, Alvaro dijo que vive de manera bastante contradictoria el tema de la productividad y “el
límite” con el ocio y el tiempo libre, porque “la verdad es que trabajo bastante”. “Como la mayoría de
los investigadores, tanto en Argentina como en Uruguay, tengo exigencias de productividad cada vez
más altas, por lo tanto, dedicarme a trabajar la cuestión del trabajo desde un punto de vista crítico me
genera todo tipo de contradicciones personales y también epistemológicas. Argentina y Uruguay, si bien tienen recorridos diferentes en cuanto a la profesionalización de la investigación y tienen sistemas
científicos diferenciados, se parecen bastante”, planteó.
Agregó, respecto de esto último, que “es también un desafío de las instituciones, en este caso de la
Udelar, aceptar planteamientos críticos respecto del trabajo. Es un desafío institucional y político,
porque implica la capacidad crítica de pensar al mismo tiempo que trabajamos”.
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